La enfermedad de Parkinson (EP) es un tipo de trastorno del movimiento. Es una afección crónica (a largo plazo) que empeora lentamente con el tiempo. 1,2
La EP causa síntomas que afectan la capacidad de movimiento de la persona. Estos síntomas pueden incluir temblor, rigidez y dificultad para caminar y mantener el equilibrio. 1,2
¿Qué lo causa?
En la EP, las células cerebrales (neuronas) que producen dopamina dejan de funcionar o mueren. La dopamina es un mensajero químico. Esto significa que ayuda a las partes del cerebro a comunicarse. Desempeña un papel importante en la parte del cerebro que regula los movimientos. La pérdida de dopamina en el cerebro causa los síntomas motores de la EP. 1,3
Se desconoce la causa exacta de la EP. Los científicos creen que puede deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales . La EP es más común en hombres, pero los investigadores desconocen la razón exacta. La edad también es un factor de riesgo para la EP. La mayoría de las personas diagnosticadas son mayores de 60 años. 1,3
¿Cuales son los síntomas?
La EP se clasifica como un trastorno del movimiento. Es la forma más común de parkinsonismo, un grupo de afecciones que se caracteriza por cuatro síntomas típicos : 1,3
- Temblor en reposo, como un ligero temblor en una mano o un pie
- Rigidez (rigidez) de las extremidades, el cuello o los hombros
- Alteración del equilibrio al estar de pie (inestabilidad postural), lo que puede contribuir a las caídas.
- Lentitud de movimiento o pérdida gradual del movimiento espontáneo (bradicinesia)
Otros síntomas de la EP pueden incluir: 1,3
- Cambios en la escritura a mano
- Postura encorvada
- Voz suave
- Problemas para tragar
- Constipación
- Dificultad para dormir
- Babeo
- Presión arterial baja
- Problemas para controlar la orina
- Cambios cognitivos
- Alucinaciones/delirios
- Depresión o ansiedad
- Pérdida del olfato
Los síntomas de la EP suelen ser leves al principio. Los primeros síntomas más comunes son dificultad para ponerse de pie después de estar sentado, rigidez en las extremidades o lentitud en los movimientos. 1,3
A medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer síntomas de movimiento más clásicos y evidentes. Sin embargo, la experiencia de cada persona con la EP es única. No todos presentan los mismos síntomas ni la misma progresión de la enfermedad. 1,3
¿Cómo se diagnostica?
Diagnosticar la EP puede ser difícil porque no existe una prueba específica para ella. El diagnóstico generalmente se basa en la historia clínica, un examen físico y respuestas a preguntas específicas. El examen físico buscará signos de EP, como temblor o rigidez. Su médico puede usar imágenes o pruebas de laboratorio para respaldar el diagnóstico de EP y descartar otras enfermedades. 1,2
Si cree que tiene EP, lo mejor es consultar a un neurólogo, preferiblemente un especialista en trastornos del movimiento . Este será el profesional más capacitado para reconocer los signos de la EP y ofrecer un diagnóstico preciso. 1,3
¿Cómo se trata?
Actualmente, no se conoce cura para la EP. Sin embargo, existen numerosas opciones de tratamiento para ayudar a mantener la calidad de vida. El objetivo del tratamiento de la EP es controlar los síntomas lo mejor posible. 1,2
Los tratamientos para la EP pueden incluir medicamentos que promueven la señalización de la dopamina, como la levodopa. La levodopa es el fármaco más común para tratar la EP. Actúa aumentando los niveles de dopamina en el cerebro. Otros fármacos pueden incluir aquellos que estimulan los receptores de dopamina (agonistas dopaminérgicos). Su médico puede usar estos medicamentos junto con la levodopa para controlar mejor los síntomas. 1,3
También existen opciones quirúrgicas como la estimulación cerebral profunda (ECP). Esta requiere cirugía para implantar una sonda en el cerebro. La sonda utiliza impulsos eléctricos para modificar la actividad de las neuronas cerebrales que controlan el movimiento. 1,2
Estos tratamientos a menudo pueden controlar o mejorar los síntomas motores. Sin embargo, se necesita más investigación para encontrar tratamientos que detengan la progresión de la enfermedad o que ayuden a aliviar los síntomas no motores .